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domingo, 30 de diciembre de 2012

'El no ya lo tienes, ve a por el si.'

Que ocurrió ayer, que nadie se acuerda de los días de ventura, de satisfacción, de gozo y de unos cuantos sinónimos más.
Que pasó entre la hora del té, y las seis de la tarde, que pasó, para que no queden vivos ni un solo aliens bueno, ni un solo viento este con gotas de mar.
Le dije al tendero que volvería pronto a recoger el pedido, pero nadie osó saludarme al final del camino y se me olvidó volver. He leído cartas, y mensajes que no podrán ser guardados en cajas de madera, porque ya están sujetos a leyes informáticas y no son mías esas palabras, pertenecen a todos los que averiguen  la contraseña, la solución a mi problema, y ya no hay ni una sola luz de fuego, tan atrayente, la polilla a la lumbre, el niño a la hoguera y somos iguales, pero diferentes.
Mi pequeña libélula voló a Alaska con el deseo de mi prima Mali queriendo ir con ella, igual pero diferente a la mirada del perro al que no has llevado contigo.
Ya falta poco, y empieza un año nuevo, falta poco para el cava, algo de oro y algo rojo, dime espíritu del año nuevo, si mis deseos de los anteriores se cumplirán en este.
Ciudad para románticos... ¿no son todas? La mía con pasadizos, la suya con historia, la otra con esplendor... ¿No somos todos soñadores?, ¿no somos todos iguales en nuestra peculiaridad? No amamos lo mismo, pero amamos, tantas críticas que nadie lee, tanto observar mundo, tanto describir pasajes de libros que solo algunos recuerdan... No puedes, no se puede, y no haces nada, las putas cuerdas tiran más fuerte, cada año las viejas se pudren pero te atan otras nuevas, esclavos, ¿alguna vez hemos sido libres? 
Y los aliens, mi prima, el perro, el tendero que tuvo que llamarme porque se me había olvidado recoger aquel pedido de hace un mes, el calendario tachado, la agenda repleta de trabajos que estarán mal corregidos, porque nadie se molesta es entender palabras y pensamientos de alguien con su propia mentalidad. Todo eso, junto con el viento del este seco, sin aterciopelar, eso, junto con tragedias añadidas, eso, junto con periódicos amontonados para quemar, eso, junto con todo lo demás... Esos sentimientos y sensaciones que parece que nunca me visitarán, esos sueños perdidos, esos libros sin leer, ese polvo que se acumula, esa humedad que vuelve amarillas las hojas blancas, eso, eso y lo demás, todo junto... ¿En el próximo año.... será mejor, igual, habrá más cosas, se terminarán las que se empezaron? ¿Que historia dejará de escribirse, que abuela ya no preparará más croquetas, que madre no abrazará a su hija, que hija no se dejará querer, quienes sentirán la desolación que deja la soledad, quién escuchará su propia risa, que año se espera, que nuevas desilusiones nos acechan, que miedos y que alivios...?

                                   boy, dog, fly, forever


-Volvamos a ser nosotros.
-¿Como antes?
-Como ahora.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Saboreemos el asfalto. Un poco más de sal y perfecto.

Después de tanto tiempo se vuelve,
se necesitan palabras, y se piensan por el camino, lo extraño es que no se encuentran,
faltan, sobran,
puede que mi ignorancia reproduzca alguna oída o vista escrita.
Era muy grande, tan grande como cree que es algo, alguien que ha apreciado lo pequeño y emocionante que es recurrir a la vista panorámica para guardar cada detalle en una mente dispersa, para volver, siempre se vuelve, ¿lo he dicho alguna vez?
Era mi sueño, mi sueño real y el que nunca pude apreciar. Pensé que como la gente que vivía ahí era capaz de pensar en una Francia con un París, en una Italia con una Roma o en una Inglaterra con un Londres, como pensar en una Navidad en un parte de Nueva York cuando se tienen delante a una España con un Madrid.
Si tengo suerte es en poder viajar y apreciar cada detalle de un lugar al que sé que se vuelve, que no son como esos sueños que anhelo y solo vienen una vez. Vivo en la tierra de lo pequeño, de la confianza, del mar y de los bosques de coníferas, pero también sé lo que un lago helado en un julio caluroso, sé lo que siente al andar en una sierra, lo que es buscar orégano y lo difícil que es encontrarlo, lo que es tener perros que no pisan una casa, sino libres como deberían serlo todos, también sé lo que es el frío helador de un Teruel congelado, un radiador ardiendo, en vez de una hoguera como en el pueblo, y ahora he añadido algo más a mi cámara sin flash; Casas del Libro, centros comerciales, y los sueños imposibles de alguien que espera impaciente cada agosto a que venga la ópera, resulta que no hace falta esperar, hay un calendario para Enero, Febrero,..., y no pude ver más, cuantos museos, cuantos monumentos, cuantos coches, y un helado muy rico de una marca extranjera, es Diciembre pero mi gran pasión siempre será el helado haga el tiempo que haga, estación que sea o cansancio que lleve encima.
Ví desde lejos, quizás bastante lejos, la imagen nublada pero hermosa de las torres Kio, torres que pasé por debajo y no pude ver de cerca, pero me las imagino, una biblioteca, y que biblioteca, una Casa América con su leyenda, la puerta de Alcalá, un banco, y unas tiendas un tanto extrañas, gente diferente, aunque no le preste mucha atención.
Y muchos, muchos, microrelatos pensados en tardes en familia, la abuela con un luto infinito, la madrina con mi zumo de naranja, un primo muy pequeño, un tío Manolo y unos primos a los que se les cogió cariño, unos patines que ya aprenderé a usar, una biblioteca Suárez, un guakamole la mar de bueno, y un Lovecraft encantador.
Me hizo pensar en el espíritu navideño, el espíritu que crece por segundos al ver las carcajadas de unos tíos algo chiflados, de una tía que todavía tiene tiempo de cantar un villancico más y de un Sami que aunque grande y bonachón es mejor no cabrearle.
Se piensa en volver en Verano, pero no hay tiempo, y son demasiadas ataduras, que tiran tan fuerte que hacen sangrar tus débiles muñecas, pero que por un tiempo, has saboreado lo que son la comprensión, las conversaciones raras, pero interesantes y saber que no eres tan diferente, que eso viene de familia, todos somos unos frikis de algo, unos de los muñequitos de el señor de los anillos, otra de los frascos de química, pero todos unidos por el amor a lo mismo, una magia escéptica, acogedora, de una literatura perfectamente ordenada en cuando más usada y apreciada, más amarilla y desvencijada.
Mmmm, los vinilos también los recuerdo, y los bailes en el salón...

La vida da muchas vueltas, y no sabes lo que ocurrirá mañana, 
pero los recuerdos siempre son los mismos.
  

coche

jueves, 20 de diciembre de 2012

Dragonflies...

Pequeña libélula, 
¿eres de verdad un hada con gafas de aviador?
Y si lo eres... ¿que se siente al apoyarse en el agua... y flotar, así sin más? ¿lo mismo que yo?
Te vi pequeña, y supe que veías lo mismo que yo, ¿no te extrañó que casa tan perfecta y vistas tan ficticias estuviesen abandonadas?, ¿tan rotas por dentro... como por fuera, solo habitadas por gatos y roedores? 
Quizás mientras te equilibrabas en el borde de donde debería haber un cristal y no lo había, creíste que me quedaría, yo también lo creí y casi salto al vacío por estar ahí siempre, por no girarme y gritar "Muy bien chicos, para el coche que ya es tarde", por saltar y reír como el velo tupido de los cigarrillos fumados con lentitud, elevarme, sostenerme un milisegundo y evaporarse, como los sueños que solo tienes una vez y que quieres volver a soñar porque los echas de menos nada más abrir los ojos, ¿escuchaste como me decían que se tirarían conmigo si yo lo hacía? ya no soy la única loca, todos sentíamos lo mismo.
Un sentimiento compartido pequeña, un liberador suspiro de libertad, las cuerdas se destensaron, y tú, no me acuerdo si sonreíste..., pero hiciste temblar tus finas alas y no volaste, te quedaste.
Como quise hacer yo, como quiso hacer el aire y como quiso acariciar el héroe romántico a su dama esquiva..., como quisimos todos.
Si su abrazo se hubiese prolongado más hasta elevarse, quizás podría ahora recitar la tercera condición, 'si vienes y te quedas, que sepas, que es para siempre', y los siempres se acaban y lo llaman realidad y tu te enfadas y sales aleteando y planeando a otra rama más fina pero fuerte, como la inmensa minoría, que siguen creyendo en los 'para siempre'. Mientras tú sigas viva y lo recuerdes, mientras dibujes en un charco de lluvia el aullido de los lobos al dejar de sentirse solos, mientras escribas lo que no quieres olvidar y que otros no olviden, 
¿eso, acaso, no dura eternamente?
Pequeña, no te olvides de la chaqueta al salir a volar por los alrededores, 
no te olvides de volver, 
no te olvides de descansar en la cuneta más próxima a una buena instantánea, no te olvides de traerme un álbum de fotos y dime pequeña si las hojas secas siguen siendo verdes aún no estando sujetas, en algún lugar de Oriente.


azul, vela, rocío, libélula, insecto, insectos

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hola, quince primaveras o otoños, o inviernos o de la estación que sea pero quince.

Hoy, habrá que escribir algo.
Como el mismo día todos los años.
Parece que no me importe que se olviden casi siempre del día que es, y la verdad es que no es importante, he visto como a las doce en punto me llegaba un mensaje, un felicidades de alguien que si se acordaba y si que esperaba poder decir que ahora sí, eramos iguales.
Las Divinas con sus voces resonaron en la calle, y me hicieron sonreír, porque no se escucharán mayores voces como la de aquellas mujeres, calle por calle, hora tras hora, madrugadas repletas de villancicos, los villancicos que te dicen que llegó la Navidad, que coloques el árbol y el belén y que sonrías a las cinco de la madrugada, habiendo de levantarse pronto esperando con ansía sus coros.
Se cumple un número que se dice pronto; quince.
Podría volverme loca de contenta por el día que me espera, pero... siendo especial, siempre lo veo como algo normal.
Ha sido un año en el que no ha pasado mucho, aunque menos pasó el pasado. En letras y reflexiones e descubierto mucho, en caminos y decisiones, estoy donde lo dejé hace años, si es que algún día empecé.
Mañana son las notas, je, me montaré en unos patines que no sé utilizar y bajaré el puente rodando hasta perderme en algún punto alejado del Atlántico.
Hoy, comeré una tarta de una repostería y por como huele sé de donde viene.
Hoy, disfrutaré de mi día rodeada de gente que me quiere, como todos. Es un día normal, solo que este marca en mi un año más, un quince rápido de decir, un pensamiento no tan rápido; ¿cuanto has perdido, cuán cosas ni siquiera has visto?

                                                              mi mundo, cumpleaños, bitching, pastel

A pesar de lo que pueda transmitir el texto, estoy muy ilusionada :)

domingo, 16 de diciembre de 2012

5. Last Summer.

Desde la ventana de mi piso en el centro, me imaginaba hace algún tiempo, al principio de todo, cuando era una promesa hecha eso de mudarse a la ciudad, cuando vi como mi vida cobraba sentido para mi y para todos. Mi amigo Ed Sheeran, me acompañaba esa tarde-noche y yo me sentía mejor que nunca, envuelta en mi chaqueta de punto, en una primavera hace un año y poco.
El olor era diferente y el miedo me hacía temblar, pero eso solo estaba en mi cabeza, como todo. Me aclaré la garganta varias veces antes de coger mi móvil del bolsillo, apagar la música marcar sin mirar ese número tan conocido para mi como para mis dedos que lo marcaron sin rozar si quiera la pantalla. Esa voz, la voz que me dijo que valía, la voz de lo que está bien, de lo correcto y de lo arriesgado. 
Mundo, el mundo era grande pero nosotros también.
Alex... Mi queridísimo Alex, que hubiese echo sin ti, donde estaría, en que esquina, en que mundo paralelo a este, en que cueva millonaria, en que fiesta de champán, en que vestidor de dos plantas... En que mundo sumido en el orden adecuado para una gente desconocida. Decir que me ayudaste a saltar desde aquel puente, desde aquel faro que Rafe me mostró y que se quedaba corto de hermoso y brillante. 
¿Que pensamientos tendría si no me hubieses enseñado a decir "no"?
-Respira la sal del mar, y ves el ying-yang, se siempre precisa en cada decisión. Sin dudas ni reproches ni a ti... ni a nadie.
Me dijo eso mismo. Y no se me ha olvidado, hacía frío esa noche, pero no quiero contar nada más, primero Rafe, después Alex, luego Sebas y para finalizar Carol.
-¡Oye! ¿Te acuerdas de Sebas?
-¿Quién?
Le miro con una ceja levantada, ¿en serio pensaba que me creería eso de que no se acordaba de Sebas?
-Ainss, si. ¿Qué pasa con él?
61406_310572845718764_1242777024_n_largeSujeta una taza de té humeante, le encantan las infusiones y eso que yo no puedo soportarlas. Aston me lame la mano y me mira suplicante, sus orejas puntiagudas y las características de lobo me dicen que el modo Husky ha aparecido y quiere correr, quizás tirar del trineo que me tendré que inventar. Lipa juega con uno de los juguetes y Sowso duerme tranquilo en el sofá. Si digo "vamos" saltarían todos a por las correas, si me reencarno que sea en perro, o en pájaro, uno para disfrutar de lo simple y fácil, otro, para volar tan alto como mis alas o la gravedad me dejen.
-Nada, que me he acordado de él, eso es todo.
-De lo único que me valió conocerlo fue para saber que tal estaban mis ganchos.
-Alex...
-¿Qué?
-Bruto.
Y los dos reímos, por nada. Porque a mi me gustaba el sonido de su risa y a él el olor relajante de su té de hierbas, porque acabar aquí, tan lejos de donde empezamos ha sido otra hoja escrita en mi libreta. 
Silbo fuerte y todos se ponen en pie corriendo y ladrando como locos. 'Vamos Aston que nos espera un día de mariposas en la nieve, han vuelto pequeño, han vuelto porque yo las he dejado volver'.

5 HOJA



sábado, 15 de diciembre de 2012

4. Last summer.

Desprecié a Rafe desde el mismo momento en que la señora Hays me lo nombró, no sabía nada de él, y lo odiaba, le echaba la culpa de tener que perseguir a su tía por el camino hasta el pueblo caminando y bajo amenaza de ella de no prepararme el desayuno nunca más.
La señora Hays era rolliza pero tenía una fuerza en la mirada y al andar que hacía pensar que esos kilos de más eran solo cosa de la imaginación de uno. A ella no la odiaba, solo a su sobrino, era un odio extraño, pero estaba segura que quien me hacía sentir ese odio era él, y no el nudo en la garganta que me oprimía el pecho y los pensamientos escurridizos ni los ojos nerviosos... solo el echo de tener que verlo, el echo de saber que alguien podría juzgarme del mismo modo que me juzgaban mis padres, ellos tampoco me conocían y parecían odiarme, el odio hacia lo desconocido debía ser hereditario...
Pero dejé de pensar eso de él en cuanto lo vi, y lo primero en lo que me fijé fue en su gran sonrisa, una sonrisa sin complejos, ni temores, ni nada, era una sonrisa que demostraba simple amor hacía el mundo y a la humanidad. Era la sonrisa con las que sueñan los príncipes azules, él no era un príncipe, no lo parecía, tampoco era muy alto, ni muy fuerte, ni muy guapo. Era él, y punto, y lo demostraba al caminar, y al tocas el agua de la fuente, que no lo hacia para lavarse las manso como todo el mundo, lo hacía para acariciar el agua. Sus ojos, ellos describían el rocía de la mañana, eran como la dulzura inocente mezclado con la pasión y el deseo de Neruda, eran tan azules, tan grandes y tan pequeños, que hermosura se podía ver en el reflejo de su alma, y yo si me enamoré no lo supe, ni lo sabría, lo único de lo que me dí cuenta además de su olor a bosque verde y agua del río, es de que era, no especial ni diferente, ni más bien algo... sintomático de la magia y el infinito. Era libertad en estado puro, porque no había nada que él no quisiera hacer, que alguien le dijera no puedes, porqu een menos de un minuto le dmostraba que se equivocaba.
-Hola.
-Tu debes de ser Alicia, ¿verdad?
-Ajá...
-Tía, ¡oh, por Dios!, pero lleva caminando desde la casa hasta aquí. Que loca es usted.-Parecía preocuparse verdaderamente del estado de su tía.
-Bueno hijo no pasa nasa, ya sabes que yo soy de hierro.
Y después de asegurarse de que su pariente se encontraba lo bastante bien como para que la señora Hays le dijese que se estuviese quieto y callado un momento para que se pudiese explicar el porque de su visita, él, se calló, y escuchó. Yo lo veía todo desde una perspectiva diferente a la de ellos, yo veía a un chico de mi edad que flotaba en una burbuja de amor y humildad, y ellos solo veían a su tía y a su sobrino. Y me pregunté como sería haberle visto crecer, haber visto como los dientes que componían esa sonrisa se formaban con el tiempo, como sus ojos crecían con el paso de los años  su labia se transformaba de un balbucea a una frase entera, me sorprendí a mi misma imaginándolo teniendo miedo de la oscuridad, pero me parecía una imagen irreal, le pegaba más el él hablando con los monstruos más que teniendo miedo de ellos. Que resuelto y bondadoso se le veía, que risa más contagiosa, que lunar más mono justo debajo del cuello...
¡Oupppsss! ¿He pensado yo eso?
-Señora Hays, qué hora...-tragué saliva-es?
-No importa la hora que sea, hay sol y creo que piensa quedarse ahí mucho tiempo así que ahora mismo nos vamos a dar una vuelta, dice mi tía que nunca has visto el faro y me sorprende, porque en verano es el sitio más bonito de todo el lugar...
Siguió hablando y siguió hablando, lo único que podría discutirse sobre él es si sabía disfrutar de un silencio o no. Hablaba mucho, ¡que digo mucho, muchísimo!, pero que más daba, todo lo que decía parecía interesante por el modo en que hablaba tan entusiasmado.

Un copo de nieve se posó en el cristal de la cafetería. Los papeles estaban todavía algo húmedos pero se estaban secando sin crear muchos problemas con la tinta.
Alex leía el periódico y la fecha me decía que solo habían pasado dos días desde que decidí comenzar a escribir las memorias de mi verano.
-Alex, ¿por que no nos vamos al piso?
-¿Humm?- Preguntó sin levantar la vista del periódico.
-Es tarde y ya no me apetece seguir escribiendo, anda vamos.
-Como quieras.
Al salir de la cafetería y enfrentarnos al frío presencié como todo iba a una velocidad mucho más lenta que cuando entramos esta misma tarde a tomas café.
-¿No te parece que todo va más lento?.-Le pregunté a Alex.
-Me parece que va a nevar, y eso hace que todo vaya más despacio, todo se para para ver nevar, incluso las nubes van más lentas para dejar que los copos caigan con más ceremonia.
-Debe ser eso.
-¿Qué podría ser sino?
Y nos adentramos en el tumulto de gente que también presenciaban la actuación callejera del invierno.

                                                        4 HOJA


                                                    frío, nieve, estaciones, nieve, invierno

jueves, 13 de diciembre de 2012

'...Seré breve y no apelaré a las palabras si no al recuerdo;

Hay diferencias entre el tiempo que transcurre y el que te acecha. Pero hoy quisiera hablar, escribir, girar la cabeza por si acaso está detrás, del tiempo que te observa.
De ese
El que se ríe de ti, el que sabes que está y que no quieres si quiera pararte a pensar en el, pero te ronda por la mente constante de cosas que hacer hoy,
y luego tienes miedo.
Es una cruz, una elección, fácil, como apretar el interruptor de la luz. Complicado, no tiene vuelta atrás, no tiene un botón de deshacer.
Pienso en sentarme y mirar como otros corren, pienso en pintar las conchas blancas que mi madre ha colocado en la mesa del teléfono. Pienso en el miedo que le tengo a no poder, y a no saber que hacer.
Es fácil para quien tiene un sueño, pero para quien no lo tiene y no lo encuentra, para quien simplemente quiere hacer algo y el qué, le da igual, para ese que se agarra a nada y salta de piedra musgosa en piedra mojada por el agua del río, para ese queda un buen resbalón, por confiar en que podría soportar el 9,8 de la gravedad que se tuvo que aprender para el examen de física.
No le importaba morir congelado en pleno Diciembre en el centro del lago Ness, con escocia dando vueltas a su alrededor, y abandonarse en la leyenda del ser más misterioso, fantasma pero fotografiado, por cámaras de todo tipo.
En unas profundidades oscuras, que de vez en cuando, son alumbradas por la lumbre del sol o de luna, no hay días, ni noches
y dejas de acariciar un espacio vacío al lado de tu cama, queriendo, sino pidiendo que se llene algún día...
Me han pedido que escriba una postal de Navidad, con lo que quiero que me regalen, y yo he puesto oportunidades, y que Papá Noel, los Reyes o el primero que baje por la chimenea o rompa el cristal de la ventana, que me devuelva lo que es mío.
Que me traiga envuelto en papel de regalo con dibujitos de conejos y con burbujas para explotar una de las muchas cajas de mi memoria, una de muchas que contenga...

Que contenga las miles de sonrisas que se merecen todos aquellos que no sonreirán el día de Navidad, 

mi querido Dickens, que pasaste parte de tu niñez solo en un orfanato con tus cuentos para niños, ¿escribes otra de tus historias? Creo necesitarla...


                                             



domingo, 9 de diciembre de 2012

3. Last summer.

Si se empieza que sea por el principio.
La edad que tuviera no es importante, porque da igual el tiempo que hayas estado respirando si no como has invertido cada respiración. Me encontraba terminando los últimos ejercicios de algo, ese no es un dato de mucha importancia, y entonces la niñera que en ese momento era la buena y honorable señora Hays me miró desde el otro lado del salón y me dijo, como si me preguntara algo tan normal como que quería merendar:
-¿Que piensas del amor?
La pregunta me pilló por sorpresa y me quedé mirando a la nada unos minutos antes de responder dudosa:
-Nada.
-¿No piensas nada acerca del...amor?
-Pues no.
-¿Y puedo preguntar porque señorita Al?
-Por favor no me llame así, y si quiere una respuesta sincera...mmm... No pienso nada acerca del amor porque es algo complicada, difícil de entender y sobretodo porque nunca lo he experimentado por lo tanto me parece algo tonto y estúpido, visto desde fuera, claro está.
Su moño alto y gris tenía mejor mirada sin ojos que los de la señora Hays, me miraba con compasión y con sorpresa y a mi, no me importaba, me molestaba además. Mi padre decía que las miradas de compasión van a los desgraciados no a los Harrison.
-Deje de mirarme de esa manera, intento concentrarme.
-Le presentaré a alguien.
-¿Como dice?
-Necesita algo de vida en esa piel tan pálida, algo de color y amabilidad en sus palabras frías, necesita pasión en cada pensamiento y magia en una vida sin ella.
-Ha perdido la cabeza completamente.-Puede que se estuviera volviendo loca, pero en realidad yo tenía miedo, un miedo horrible a conocer a alguien que no me llevara más de treinta años, a hablar de algo que no fuera de vital importancia, miedo a conocer algo más allá de los muros de la casa de verano.
-Necesita a Rafe.
-Es nombre de perro, y no me gustan los perros.
-Alicia Harrison es nombre de vieja, y usted ni siquiera se acerca a la madurez.
Fue un golpe que me dolió. Tenía razón pero esa era mi vida y lo único que había conocido, si me hubiesen dicho que tendría tres perros, Aston, Lipa y Sowso, y dos gatos maravillosos, mi Mustafa y Rufián, me hubiese caído a causa de la risa que me hubiese entrado, odiaba a los animales, eran signo de amor, cordialidad y libertad, eso era desconocido para los muros rojos y blancos de Canto de hadas. Un nombre horrible en mi opinión para esa casa, aunque idóneo para el bosquecillo que se encontraba al lado.
-Es mi sobrino.-Y frunció los labios con indignación.-Y te hará falta algo de su alma aventurera.
-No lo necesito gracias, que se quede con su aventura.
-Lo necesita.
-¡Lo que necesito es que me deje en paz!

El agua inundó mis hojas escritas y las no todavía manchadas de tinta.
-¡Perdona!
-¡¡¡Alex!!!
-Es que... ¿Era algo importante? -Decía mientras secaba como podía la mesa y mis papeles.
-El principio de mi verano.
Se quedó callado un segundo y después con un sonrisa de oreja a oreja dijo resuelto:
-Rafe. ¿Lo has descrito ya?
-No me has dado tiempo.
-Pues menos mal así te cuento la historia de su cicatriz.
-Yo no recuerdo ninguna ci... ¡Ah! La que tenía en el brazo izquierdo, esa que parecían arañazos.
-Si. Solo que no "parecían", lo eran.
Era hora de saber porque el chico de la magia entre los dedos tenía unos arañazos de duende en el brazo, me sentí mal al saberlo, Rafe no solo era un alma aventurera, y un amante de los sueños e ilusiones, también de los secretos, le gustaba esconder la verdad, eso lo supimos después. Los tres lo supimos cuando se vio obligado a desaparecer sin humo y sin show.

3 HOJA

hermoso, blanco y negro, café, lindo





sábado, 8 de diciembre de 2012

"A la mujer le gusta creer que el amor puede lograr cualquier cosa: es su superstición peculiar." Nietzsche

Si se pudiera... si se pudiera volver.
Si se pudiera volver atrás y convertirlo en un ahora y un después. Si se pudiera grabar todos las voces que quisieras repetir cuando ya no estén, yo las grabaría y en especial la tuya.
¿Donde estás? Sabes que odiaba hablar por teléfono, instrumento frío e inanimado. Pero que charlatana me volvía cuando quería, te contaría si pudiera todas las cosas que pasan por mi mente, para que tu me dijeras, "Muy bien, cariño, mañana te enseño a conducir".
Hacía tiempo que no escribía sobre ti, tantas personas se han ido y no han vuelto. Y es que es mentira eso de que con el tiempo se olvida y se curan las heridas, no me gustan las despedidas y yo tenía doce años, ¿sabes que voy a cumplir quince? Hace ya tiempo, ¿verdad?
Adoraba tus coches, todos, el azul que me dejabas abrir con la llave, y el rojo que maldecías sus ruedas. No apunté lo que decías pero te juro que quise hacerlo, pero pensé que ya habría tiempo, y nunca lo hay, no hay meses, no hay años y los días son minutos contados.
El mundo cambia, yo sé más cosas que hace tres años, yo soy diferente, pero igual. Si pudiera, si pudiera volver a llamarte, ¿me cogerías el teléfono?
Por si acaso quisiera decirte que muchas veces te pedí que dejaras de fumar y había algo dentro de mi que me decía "No, no le digas eso, ¿quién sería él sin el olor a cigarrillos y palpándose los bolsillos para encontrar el mechero?".
Tengo un don para los pequeños detalles y para observar paisajes, te sentirías tan orgulloso de que por fin hubiese aprendido a observar. Un don para recordarlos y ser incapaz de describirlos después, una imagen no vale más que mil palabras, mil palabras crean la magia que crees ver en una imagen.
Siento equivocarme y estar tan perdida, pero que se le va a hacer, perderme siempre se me ha dado bien, ¿y volver a casa? también. Pero "casa" es una palabra extraña, porque "casa" para mi es volver a reír, para mi, significa carreteras, significa emoción, para mi, es algo mucho más que personas y lugares, para mi es disfrutar temprano de un clásico, cuando todavía no ha amanecido, bonito momento para leer, fluyen, te juro que fluyen las palabras y que junto al sol que aparece entre el mar, los edificios y la ventana del salón, puedes ver como se van dibujando y por un momento todo cobra sentido, sabes la respuesta a todas tus preguntas, las preguntas del silencio solo asediado por la respiración descansada del perro.
Sigo teniendo ataques de risa sin razón, a veces es que simplemente quiero reír, otros simplemente quiero olvidar, pero duele, no ha dejado de doler.

Si se pudiera... si se pudiera volver, 
te diría muy seria:
-No hay mejor lugar de vacaciones 
que una calle intransitada.
De esas que solo visitan los gatos y
los rastafaris. (Esas 
que visito yo)

hipster, indie, vintage

Si pudiera volver atrás, te llamaría y antes de saludarte
y antes de que tú me saludaras a mi
te preguntaría:
¿Elegirías la nada y el retorno antes que a mi?
Solo para reprocharte
que sabía que elegirías irte,
solo para poder despedirme, o para no hacerlo o para
volver... a decirte te quiero.



domingo, 2 de diciembre de 2012

"La primera palabra de un verso", Rilke

-Demasiado bonito para ser verdad.
Dijo la voz de lo imposible. Era una voz grave, pero tenía un toque burlón e infantil, como los niños que se ríen de cosas que no tienen gracia. Su voz no le molestaba y eso que era una persona que le daba importancia a las voces, pensaba que le daban música a la vida, que según como hablaras, el tono, la melodía, eras alguien, o un alguien.
La voz tenía razón... demasiado bonito para describir una nevada, un viaje a Bruselas, y el beso de una amiga en la mejilla diciéndote que te echará de menos esos cuatro días que no te verá. Demasiado corto la ida y la vuelta, el billete del tren que tenías pensado comprar y el tren que nunca cogiste porque nunca pensaste que fuera el tuyo.
Puede que la gente se equivoque al decir que perdemos oportunidades, puede que solo es que no las veamos, y aunque las veamos, puede que pensemos que no son para nosotros que no van a valer la pena, que serán mejor otras cosas, que no vales.
Donde está la voz en esos momentos de lágrimas saladas y frías que resbalan en tu mejilla, donde está la voz diciendo que dejes de llorar que eso si que no vale la pena.
Ha visto dos arco iris en una semana, eso debe ser signo de buena suerte, eran grandes y se perdían en el mar, en un mar que no recuerda que cual fuese la primera vez que lo viera, se mortifica con eso, las primeras veces hay que recordarlas.
Eran tan grandes y tan bonitos, le agradecía a su sordera y a su mala concentración el echo de no estar mirando el móvil, como aquella chica que se lo perdió por no mirar más al cielo, o como aquel chico que miraba al suelo con sus cascos y no miraba al frente, no vio desaparecer el final del puente multicolor.
-No somos nadie, ¿verdad?
Dijo, otra vez, la voz.  Y es que viendo un espectáculo sacado de reflejos del sol y de la lluvia, viendo correr los arroyos y viendo los helechos y los pinos crecer verdes y anhelantes de más luz... ¿quién no pensara en la nada de su mundo viendo lo que hace un trozo de tierra, un poco de agua, y una semilla?
Diciendo hola a los meses... Sonaba tan extraño en boca de alguien que para saludar sonreía de medio lado y bajaba la cabeza, que directamente no lo hacía, como ya no hacían las plumas indias su sonido inolvidable para quien las halla escuchado, un aleteo de cualquier pájaro al despertar, las miradas de los niños recién nacidos, la voz de las personas machacadas por el rape... El pequeño murmullo de las bibliotecas, el secreto de los encuentros, la mentira de las esquinas cubiertas de polvo...
-Qué más decir, ¿no?
-¿Es que acaso queda algo que decir?
-No-Rió la voz burlona e infantil-no, ya no queda nada más por hoy.
Dijo en voz baja y pareció más una despedida con la mano que una afirmación con gracia.
Al querer mirar a lo imposible a la cara, ya no estaba, y se quedó mirando el cielo un poco más, por si acaso pasaba algún gavilán detrás de una paloma.


                                                              indie, fresco, indio




sábado, 1 de diciembre de 2012

2. Last summer.

 Sé, por la manía de mi primo de rascarse la cabeza cuando algo es complicado que el amor, la amistad, la libertad y mucho más. También sé que cuando alguien te pregunta a qué juegas tu respuesta debe ser más simple que la respuesta correcta, porque bien podrías responder "A averiguar como se comporta una masa con agua en un recipiente cristalino con cuatro seres vivos llamados lombrices", pero eso es muy complicado, responder "Matar el tiempo ahogando lombrices", demasiado raro en alguien tan pequeño así que responder con un simple "A cocinitas" y todos sonríen, nunca fui demasiado normal pero lo parecía cuando decía lo correcto en el momento adecuado, siempre correcta siempre un minuto tras otro, calculado, clasificado, ordenado, detallado... La agenda demasiado pequeña, el calendario demasiado comprimido en días, yo necesitaba toda la pared para saber como colocar mis horas en las horas de los días, el mundo me seguía a mi, no yo al mundo y eso de ser hija única y rica iba de perlas con la realidad de vivir que mis padres me habían inculcado.
Sucia, cobarde y loca realidad. Así que también sabía eso.
Lo recuerdo todo con detalle, la manera de mirar de mis padres, rectos, respetuosos, formales, la honestidad y la paciencia con la que lo hacían todo y sobretodo la frialdad.
Cambié justo en ese año. Lo hice, y me alegro de haberlo hecho, hay cosas que debes hacer que no están escritas en agendas, cosas importantes que no sabes que lo son hasta que suceden, cosas como dejarse llevar, eso lo sé ahora, pero antes no, y me negué a mirar con atención las ondulaciones del río de enfrente de la casa de verano, me negué a apreciar las tardes y demasiado las mañanas, me negué a mirar a la luna a sus ojos de zafiro traslúcido, aunque los destellos azules y plateados seguían ahí.
Lo que más gracia me hace ahora es que siempre huí de lo complicado; del amor, de la amistad, de la magia, de la fe en los cuentos, de los libros que te abrían puertas que preferías dejar cerradas, el porque es simple a mamá no le gustaban las fantasías, solo la suya... Siempre huyendo, siempre extraña al mundo que me rodeaba.
Alex se acerca por la calle, tiene ese andar lento pero seguro, su brazo es largo y fuerte y sostiene la comida que hoy vamos a comer, se acerca al café esta mañana oscura, pero mañana.
-¡No sabes la de gente que había!
Suspira sonriendo.
-¿Que has comprado?
-Hmm, ensaladilla, pollo con patatas plastificadas, y helado de chocolate con virutas de chocolate real.
Pone los ojos en blanco y yo lo imito, la comida del Señor de la Comida, es mala pero comestible, está cerca de casa, y desde que venimos a vivir a la ciudad vamos allí, se podría llamar comodidad y rutina, pero a mi me gusta llamarlo "Tradición".
-Desde ayer te veo con esa libreta, ¿que escribes?
Lo miro a esos ojos castaños llenos de amor, un amor que todavía desconozco si es por mi o simplemente por el mundo.
-Escribir la historia de mi digno verano.
-¿Nuestro verano?
Pregunta levantando una ceja y mirando con los ojos brillando de recuerdos memoriales y pasadizos de secretos entre los helechos de los bosques de al lado del pueblo.
-Nuestro, sí. Justo ese.
-Jumm... Ha habido mejores.
-Pero para mí ninguno como ese.
-Está bien entonces, pero con cuidado, que no se olviden los pequeños detalles que lo hicieron especial.
Y por un momento vi al chico que había sido, no era el mejor ni el más perfecto, no era príncipe ni caballero. Pero me salvó, y eso también lo sé.

                                                    2 Hoja

viernes, 30 de noviembre de 2012

No es un texto, ni siquiera he formado parte en esto pero es que tenía que ponerlo: Cuando mi mejor amiga estaba en la calle con su novio pues pasó un hombre (que según ella estaba borracho, no lo sé, no estaba ahí) y les dijo esto, textualmente:

"Disfruten chicos, sigan así de felices, sigan así, y si algún día deciden pedirse un tiempo, ¡comprense un cronómetro!, para que no pase demasiado."

¡QUE BONITO! Borracho o no, estaba inspirado el hombre en ese momento :) 

                                                           chica, sanmages, lindo, moda, fotografía

martes, 27 de noviembre de 2012

1. Last summer.

Hubo un verano, digno de recordar. Hay pocos en mi vida que se merezcan ese título "Digno de recordar", pero ese, ese fue especial.
No fue porque el sol no dio fuerte aunque salió todos los días, no fue porque los mejores libros salieron esos dos meses, tampoco fue porque conocí a las que ahora son los desconocidos que más ansié conocer y los conocidos que más quise que fueran para siempre desconocidos, mataría por volverlos a conocer, una y otra vez, por eso lo recuerdo. Es el juego arriesgado de la memoria, a veces te juega malas pasadas pero otras se lo agradeces...
Igualmente no fue por ello por lo que es el más digno de recordar. Tampoco lo fue porque me enamoré por primera vez, aunque amor... no sé si atreverme a llamarlo de esa manera. Supongo que de algún modo he de nombrar a las mariposas que tanto molestaron y a los besos robados, pero no fue por ello por lo que lo recuerdo, aunque me siguen vibrando los labios... después de tanto tiempo. No fue por ello, y tampoco lo es ahora, y quizás supe que lo había sido en el momento justo de acabar, es el momento de recordar. 
Han pasado tres años y once meses y decido escribir ahora mi verano especial, decido escribirlo en mitad de un otoño al filo de acabar. 
Decido escribirlo en una cafetería en medio de ninguna parte, porque después de tanto tiempo sigo perteneciendo a la nada, sigo amando al silencio apaciguador de bestias pardas, y susurrando los nombres de perros callejeros, hubo un pasado verano en el que un chico de ojos castaños y sonrisa amable me contó que algún día sería capaz de influenciar a las espinas para que no pincharan, a las ranas para que no confiaran y a los hombres con sombrero para que llevaran también algún que otro consejo debajo del ala. Creo que llegó el momento de escribir y hacer épico la historia de un verano en el que los lobos aullaron más fuerte que nunca, demostrando así que aún estando solos siguen unidos, de un verano extraño porque conocí aun mago que me enseñó que la realidad era pura fantasía y que podía por tanto hacer con ella lo que quisiera.
He esperado mucho tiempo, pero es el momento adecuado para describir aquella tarde. Hoy hace frío y el tatuaje de dos manos unidas que llevo en la espalda se queja de no poder ver la luz debajo de tantas capas de ropa. Ahora que lo pienso aquel chico que nunca me dijo su nombre pero que yo, por su sonrisa entrañable, por sus siempre sonrojadas mejillas y por sus ojos suspicaces de mirada locuaz, lo llamaba chico listo y nunca quiso que lo llamase de otro modo, él, que también me contó historias extrañas pero que jamás olvidé me dijo que los mejores relatos hay que contarlos poquito a poquito, lo mejor viene al final y al que hacerlo esperar, como Las mil y una noches que tuvo que soportar aquel rufián asesino hasta saber el final de la historia, de su historia.
Pero todos sabiamos como iba a acabar, como también sabíamos mi predilección por lo desconocido y prefirió seguir siendo solo eso, el desconocido de la magia entre los dedos. El que me susurró el secreto. Pero eso, no fue lo que hizo de especial ese verano. 
La cafetería se está quedando vacía y la tarde oscura se me echa encima, queridos amantes del tiempo y el espacio que sepais que es incontrolable el reloj de pulsera incluso de arena o el de sol, ninguno es completamente exacto ni se puede controlar, pero que aún así yo lo hice una vez. 
Lo hice y después volví a casa, como siempre se hace después de una gran aventura, vuelves a casa para cenar, mamá me miró de arriba a abajo y me dijo con el ceño fruncido:
-Parece como si hubieses jugado con mariposas.
Abrí los ojos tanto como pude, intentando esconder el secreto de mi digno verano.
-¿Porque dices eso?
-Porque tienes una en el pelo.
La libreta que sostengo con cuidado entre los brazos, mientras camino de vuelta a mi piso, parece preguntarme... ¿donde has dejado las mariposas?



1 HOJA






1 AÑO

Hoy es 27 de Noviembre y... Pues Lágrimas a la deriva cumple un año. Un añito ya... buff. Pues un añito se reduce a... 6803 visitas, 405 entradas y 58 seguidores, he de agradecerlo todo, porque cuando empecé hace un año esto no significaba nada y ahora significa mucho más de lo que pensé que significaría.
He visto como he ido mejorando y eso solo en un año, o no, no sé para mi he mejorado pero nunca me he vuelto a leer ningún texto anterior así que aunque yo note que lo he echo pues a lo mejor no.
Cuando empecé a escribir aquí pues era unos meses tristes, apáticos que casi no sabía ni lo que hacía, y ahora sigo sin saber lo que hacer pero este blog no ha podido ser más testigo de todas mis formas de expresarme desde algo positivo, sin sentido, triste... etc.
El caso es que ¡Felicidades! y espero estar aquí mucho más tiempo,

                                                                   todo el que haga falta. 


                                              asd, love, pretty, quotes, quote

sábado, 24 de noviembre de 2012

And I froze in time.

No importará las mil y una palabras que se puedan decir en diez minutos, nunca importa lo que digas porque lo que cuenta es quien lo diga. Y yo, no era alguien a quien escuchar, hay ventiseís personas que no miran, ni observan, ni escuchan y tu hablas y tu expones lo que quieres decir.
Aunque eso, no es verdad. Porque lo que de verdad quieres decir y exponer es el sentimiento de desesperación cuando ves que los falsos hablan de falsedad muy dignos, estirados, pereciendo las verdades en sus gruesos labios de mentira, su desamparo al abrazar a alguien que apuñalas, como abrazar el cuerpo mutilado por ti mismo y no arrepentirte pero pedir perdón. Hablan de moralidad, de un honor de 1875, de un romance escrito por Goethe, suicidio colectivo, amar para nada. Fantasía errónea, distopía utópica...
Eso es lo que quieres decir, más que decir... gritar. Hay sitios echos para gritar y a veces sueñas con que una clase sea el lugar perfecto.
Las alas de los ángeles que no vuelan, se atrofian y mueren antes de ser extendidas, los atrapasueños... siempre colgando de la lámpara eligiendo que sueños quedarse que sueños dejar sueltos... ¿no se llevaron el sueño aquel en el que siempre huyo? Aquel sueño que viene de vez en cuando, diciéndome lo mismo de siempre, que odio los bichos, que los niños mienten y que huyo y cuando lo hago siempre sé que algo me persigue, aunque no lo vea, yo lo sé.
Los atrapasueños también se atrofían como los unicornios que nunca pude mirar a los ojos que prefiero a los búhos, que me apasionan las gárgolas, que no me gusta bailar y que me gustan mis imperfecciones excepto cuando me comparan... Personas diferentes, diferentes noches de veranos, diferentes pasados manchados, diferentes vidas, pesquisas acerca de porqué soy fugitiva de mi misma de porque me encarcelé en mi propio mundo de dejar que las cosas sucedan sin hacer nada para que cambien.
Y allí, de pie, me dispuse a enseñar mi powerpoint, a hablar acerca de diferentes fantasías anónimas y de expresar mi más sincero pésame por todas las alas atrofiadas, tullidas y muertas, por los atrapasueños sin estrenar y por mi alma fugitiva de mi ley.
Enamorada del mundo, odiada por este... pero bueno, dicen que nos enamoramos de lo imposible ¿no es cierto?

breakup, change, forget, forgive, happy
"The only way to really know, is to really let it go."
                                         

martes, 20 de noviembre de 2012

Una colilla bien marcada por el rojo de unos labios.

Se acaba, al final... Todo se acaba.
Quizás se pudiera decir, que no me gustan los helados de vainilla ni los de chocolate, ni los de fresa, quizás pudiera decir que odio las verduras, que no me gusta pagar, y que cuando sonrío espero que los demás lo hagan también, no me considero lista ni inteligente, pero me siento orgullosa de mis valores morales, porque sin ellos yo, no sería yo... sea lo que sea yo.
Se acaba, al final... Todo se acaba.
Todo el mundo sueña con un viaje a Nueva York, con un Londres lluvioso, un Berlín con historia... yo sueño con Madrid, porque habrá que empezar por algún sitio.
Se acaba, al final... Todo termina de forma precipitada.
Si te pasas toda tu vida intentando acordarte de las pequeñas cosas, todo parece estar bien hasta que te das cuenta que ya no ye fijas en esas cosas.
Y llega el temido final que muchos dicen que no lo es, pero tú sabes que sí, porque has visto como el tiempo volaba más que tú, como te superaba y seguía corriendo sin pararse a beber agua. Como seis años de colegio te ha demostrado que es fácil olvidarse de lo que antes te hacía reír. El tiempo pasa y los trimestres son cada vez más cortos, y yo siempre necesito más tiempo.
Nunca me gustó soñar y lo he estado haciendo todos los minutos de todos los días de todos los años. Si un día despertases te darías cuenta que con pequeños toquecitos de colorete rosa en los mofletes basta para toda una noche y parte de la mañana siguiente.
Pequeño ser, ente, espectro o espíritu, Noviembre dura poco, y Diciembre un poco menos de lo que dura Noviembre.
Todo acaba, incluso los años del fin del mundo, y empiezan otros nuevos, otros nuevos años llenos de promesas, otros nuevos veranos, otras nuevas sacudidas de frialdad, experiencia y poco más.

                                                                        sueño, solo, triste y fría

domingo, 18 de noviembre de 2012

Of Monsters and Men, Little talks.

En algún punto de aquella gran vía tenía que haber un monstruo y un hombre. Saber donde están era algo complicado, pero descubrirlo era entretenido y no tenía nada mejor que hacer que navegar entre mares de aceras y alcantarillas, buscando un monstruo y un hombre.

Nadie me había dicho que lo que hacía era un tipo de juego, un juego macabro y loco, pero ¿que mejor locura que la de un sueño soñado y una realidad maldita por el fracaso de cada paso?

Todos necesitamos oír lo que que queremos escuchar en algún momento, porque se necesitan empujones aún queriendo saltar, se necesitan razones y razones con argumentos. Ser bueno en algo es difícil y la oportunidad de demostrarlo tiene mucho que ver con las veces que alguien te haya empujado

Así que mientras andaba decidida a matar dragones, a llorar lagrimones de sangre y a montar encabritados caballos, fotografiaba los mil y un monstruos y hombres que veía, pero ninguno era el que buscaba, lo que buscaba iba más allá de un simple monstruo y hombre.

¿Sabes los gnomos de la sección "Jardín" de los supermercados? Pues son esos mismos los que se reían conmigo cuando Sacha intentaba rescatarlos de la cárcel de estar petrificados en un pasillo austero y casi vacío. Él, era algo irracional, tan irracional que se enamoró de la chica que lloraba en el lago, tan irracional como los ojos rojos de debajo de mi cama, tan irracional como matar langostas de agua dulce liberándolas en un mar. Ese era un chico especial, y como todas las personas especiales, mueren jóvenes y sin tiempo para que nadie más disfrute de sus gnomos, las personas especiales son egoístas porque permanecen poco rato y su esencia dura para siempre, por enfermedad o por algo deliberado, uno recordará como muchos giraron la cabeza a la persona errónea.

-Por favor, que en esta vida o en la próxima sea capaz de gritarle al mundo. Es necesario, tanto como amar.


Cuando ya casi llegaba al final del laberinto en el que se había convertido la vía encontré un espejo de cuerpo entero y le hice una foto a aquel reflejo:


'Somos monstruos y hombres, cobardes y locos, porque el mundo era cobarde y loco y estaba lleno de monstruos-hombres, de hombres-monstruos y de monstruos y hombres.'


¿Lo que me hizo pensar en esto? Esto:



                                                             


viernes, 16 de noviembre de 2012

Salí corriendo, y el pájaro sin prisa se agarró de mis dedos temblorosos.

La suciedad del ambiente era palpable, pero no por el humo que salía de los generadores, ni por el aceite viscoso en el suelo, si no porque mi huida inesperada y cobarde me había dejado mal sabor de boca y una triste mirada hacía atrás, cuando volver era una opción patética y lo único que te quedaba era sentarte en una esquina de una bodega y escuchar a tus conciencias hablar sobre un acto en el que ninguna había dado el visto bueno.
Deberías quedarte aquí escondida toda la vida, deberías estar sola donde el único sonido de seres vivos provenía de ratas y cucarachas, no se dejaban ver entre el polvo y la piedra mohecida, pero estaban ahí.
Siempre ha habido muchos tipos de personas, y me gustaba pensar siempre que yo era la excepción, nadie siente interés en los desconocidos y yo sueño todos los días con los ellos, de los que no sabes nada, de los que miras y piensas que seguramente los volverás a ver, peor nunca hablarás con ellos, jamás. Por eso me gustaban tanto, porque nunca te defraudarán ni te harán daño ni te importarán lo que digan porque son gente que no significan nada, entonces te esfuerzas en saber lo que piensan, porque piensen lo que piensen tú vas a seguir siendo nadie, y ellos van a seguir siendo personas que no significan nada pero que recordaré por un periodo de tiempo; sus andares, la forma de hablar, sus gestos, sus miradas, sus voces...
Con ellos es más fácil hablar, pero la soledad siempre ha sido el lugar de paso de todos los momentos en los que errar por el mundo ya no es tan divertido como al principio.
No sé lo que quiero, a lo mejor nunca lo sabemos hasta que lo necesitamos de verdad, igual lo que necesito es un cambio de vida, un cambio de vida radical, cambiar de Ciencias  a Artes, de bióloga a publicista, de mensajes y textos escritos a saber hablarle a un público al que no le interesa lo que dices. Eso me lleva a pensar que nunca me han enseñado lo que seguramente me hará falta en la vida; saber conocerte, saber lo que quieres, saber hablar, saber que decir, descubrir los intereses... Cosas que te sirven para no desear morirte cada vez que la bodega se convierte en fortaleza y sientes como el silencio es mejor que las risas, como las caricias son de hielo y apartarse al calor de un generador mugriento.
El final de la historia es solo el principio de otra muy distinta, no hay ningún camino señores, no hay nada, solo sueños, ilusiones, vivencias y memorias, bibliografías repletas, enciclopedias de tu vida en edición especial. Eso es lo único que hay, si quieres puedes volar y ascender, o simplemente volar y volver a bajar.
Saqué el móvil, no había cobertura, eran la doce menos cinco de la noche, y lo que tenía en mente, además de no saber porque había salido corriendo, era como hacer para ir a ver Amanecer segunda parte dos veces, una con mi madre y otra con mis amigas, no tenía excusa para salir con ellas, pero tenía excusa para irme y no volver, son solo excusas y todo el mundo sabe que las excusas solo afectan a quien esconde la verdad.
Quiero irme, desaparecer, ser una desconocida, ser alguien sin nombre, un susurro, un aleteo, algo eterno y efímero al mismo tiempo, quiero ser jadeos entrecortados... Las excusas ya no me afectan.

                                              caliente, adorable, ave impresionante,

domingo, 11 de noviembre de 2012

No hicimos las normas adecuadas, ahora hay muchos "deberíamos".

No tenía motivos, en absoluto los tenía.
Hablaba, de vez en cuando sacaba una sonrisa de debajo de la camisa y no podíamos verle bien. 
Pero no tenía motivos, no creo que los tuviera y mucho menos que los mereciera. 
Lucía era una persona a la que no le gustaban los abrazos, pero ella la abrazaba siempre que la veía, siempre que recordaba que quien huye de algo bueno es que le tiene miedo y ella era una experta en eso de enfrentarse al miedo porque le gustaba superarlos, le gustaba sentir como el corazón se acelera, había veces incluso que las piernas no le respondían y la cabeza le iba a mil por hora pensando en soluciones a problemas que no conllevaban respuestas razonables solo actos sin razón ni reflexión, aunque había un problema; era capaz de enfrentarse a todo menos a decir lo que siente en voz alta, ¿se avergonzaba de lo que sentía, de lo que era y de lo que pensaba? Puede ser, nadie la entendía.
Eso es lo divertido de la vida, vivir y sentir que vives, eso era lo mejor, pero igualmente seguía sin tener motivos. Pues los motivos se ganan a base de hablar durante horas delante de un espejo para ver si suena convincente o no, y no sonaba convincente ni siquiera sonaba a nada.
En el mundo sucedía algo memorable una vez cada cien años, o dos. Pero algo memorable en la vida de alguien era difícil que sucediese porque las probabilidades eran escasas, y las opciones ilegibles, gotas de lluvia habían borrado las letras y solo había borrones en papeles codiciosos. Codiciosos porque querían más de lo que podían darle la gente que tachaba con pulso tembloroso y ojos dudativos.
Ella solo fue un error, nació siendo error y creció sabiéndolo y nunca pareció importarle, hasta que alguien se le ocurrió decírselo. No tenía motivos, y si los tenía... ¿porque los dijo? Sus palabras se le clavaron como en una dictadura las normas de otros, sin poder decir nada, sin poder revelarse, tan solo callar, sin votar en una urna si deberían haberse dicho o no... Cuando no tienes elección te dedicas a abrazar lo que te parece justo, así que ni ella ni él (por decir algún pronombre, que solo sustituía al nombre) ni si quiera Lucía tenían motivos por los que decir que no ni a un abrazo ni a un silencio suplicado. Quien habla de oportunidades no sabe lo que dice, porque no se puede arreglar el error de haber nacido, nadie elige nacer, se puede llorar de muchas formas y maneras, pero llorar sabiendo que lo vas a seguir haciendo toda tu vida es más duro que llorar sabiendo que mañana puede que el sol salga por encima de las nubes, intentando ser fuerte y jamás derrumbarse delante de nadie, nunca, nunca, ser débil y aún así no estás lo suficientemente presentable, ¿lo peor de llorar? No saber si lo vas a seguir haciendo por el mismo motivo y con la misma fuerza siempre o si algo cambiará algún día.
¿Lo peor de no tener motivos? No tener la suficiente fuerza como para decir en voz alta lo que eres y así que otros no lo digan por ti.
No quiero nunca más sentirme así, tampoco quería sentirse así ella, ni él, ni Lucía, ni toda la gente que en el parque se divertían jugando entre las sombras de sus risas efímeras, nadie quiere sentirse así.
 ¿Así, cómo? 
Pues como si cuando dejases de respirar, nadie se diese cuenta, y como si al cerrar los ojos pudieses arreglar el error de haber nacido, así. Incluso lo puedes comparar a lo que siente la escarcha cuando se acartona en los cristales de los coches y los parabrisas en un movimiento mecánico se quitan de encima noches de heladas, así, como si no hubiese significado nada.

Nadie tiene motivos para mentir, ni siquiera para decir la verdad, no tenemos motivos para herir a alguien, eso, eso debería estar prohibido a cadena perpetua de arrepentimiento eterno.

                               

Si se pudiesen contar chistes de algo que no tiene sentido pero que tiene motivos para ser dicho esto debería hacer reír.

P.D1: Todos deberíamos tener una oportunidad para amar bien o para volver a amar.
P.D2: Todos deberíamos coger la luna con el puño de una sola mano.
P.D3: Todos deberíamos tener el suficiente tiempo como para ser joven eternamente, y aún así morir siendo alguien eterno en las páginas de algún libro épico.
P.D4: Todos deberíamos tener la opción de recordar lo que olvidamos.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Every kiss is a cursive line, every touch is a redefining phrase...

Oscura y algo trágica imagen de uno mismo, conciencia rota, es la mentira de tumbarse, es el juego de creer, es el poder de la linea fina que separa la nube de los rayos de sol.
No es tan melancólica, en cambio, la imagen de una flor rota. Ese tipo de instantáneas se exponen en paredes vírgenes de colores chillones, paredes blancas e inmaculadas, esa imagen, casi no duele tanto como la tuya propia, no se diferencian; una flor que se desconcha lo que no hace la pared que la sostiene, una reflejo que se desconcha no tan rápido como los claveles pero si tan lento como las rosas...
Se pregunta mientras espera en la galería de fotografía, que hace escuchando canciones con declaración de amor, tan tristes como sus acordes, tan bellas como la flor desconchada, casi parece que pueden llegar a desgarrar el alma, como se desgarra el cantante su garganta, con los ojos entrecerrados, bajando cuando deja sonar solo el piano, subiendo cuando se oye la guitarra, y sus ojos vidriosos pretenden abarcar una galería compuesta por bancos, fotos, paredes, y una pareja que se coge del brazo. Pronto deja de mirarlos, desvía la mirada tan pronto como irrumpe en estampida su familia en la galería, hay un silencio hermoso es los pasillos blancos, hoy una sensación de escalofrío en cada foto en blanco y negro, en su samsung suena una pequeña estrofa de aquella canción que resonó mil y una vez en ese mismo móvil "If I had only seen how you smile when you blush"... la tradujo en su mente y mientras lo hacía una sonrisa afloraba, sin desconcharse a sus labios "Si tan solo hubiera visto como sonríes cuando te sonrojas", "Yo hubiera sabido que estaba vivo..." Pero tiene un fallo, también dice que solo permanecen las palabras dulces, y eso no es verdad. Siguió sonriendo aún sabiéndolo, una frase suya que no pertenecía a ninguna canción, su conciencia rota lo murmuró como último suspiro: Es la mentira de tumbarse, es el juego de creer, es el poder de la línea fina que separa una galería especial y una calle abarrotada...

                                                         

Frases que me han encantado de Cazadores de Sombras. 5 Ciudad de las almas perdidas.

Con lo que es precioso y está perdido, a menudo sucede que al encontrarlo puede que no sea igual que como fue. (Reina Seelie, CDS5)

Si mantienes viva la esperanza, la esperanza te mantiene vivo a ti. (Solía decirle el rabino a Simon, CDS5)

-No es eso-repuso Magnus-. Hay algunas personas a las que el universo parece haber escogido para un destino especial. Favores especiales y tormentos especiales. Dios sabe que a todos nos atrae lo que es hermoso y está roto; a mi me ha pasado. Pero hay gente que no se puede arreglar. O si se puede, sólo es por medio de un amor y un sacrificio tan grandes que destruyen al que se lo da. (Magnus Bane a Isabel, CDS5)

                                                                       Tumblr_md4jepd4of1r8xshho1_500_large

viernes, 2 de noviembre de 2012

"Sé que los tiempos se ponen difíciles, pero créeme niña; algún día se pagarán las cuentas con esta guitarra."

En la noche de un 1 de Noviembre, se leyó una carta de amor, escrita en un libro que no habla de amor, era un carta de amor, que escondía cosas, no solo amor.
Era el libro más repetitivo que se ha escrito nunca. Es un libro especial porque aún quedan otras muchas noches, para después de acabar, abrazarlo y decir, <<yo quiero que me escriban una carta de amor, que no hable de amor>>. Son las mejores, son las que más dicen, para después, esconderte debajo de las sábanas y llorar como alma descosida, como corazón roto, como ojos vendados y como pájaro enjaulado.
En las noches del 1 de Noviembre se enciende una vela roja apoyada en un loto, en un loto parecido a los que se dibujan en las agendas, ese año se encendió por cuatro almas que aquella noche hicieron de la llama una fogata; para Betty, para Amaral, para Papá, para la Yaya, y para todos los que hemos perdido pero de los que casi no nos acordamos y de los que ni siquiera derramamos lágrimas.
Lleva días lloviendo y eso está bien, pero las carreteras están mojadas, algunos canales no funcionan y se quiere ir de compras.
Las canciones se repiten en el reproductor, las películas, también. Hubo alguien que dejó de hablar, así sin más, los porques se olvidan así que no se malgastó saliva, unos pensaron que fue por algún problema, otros, porque se cansó de hablar y otros un poco menos sabios pero más callados creyeron que dejó de hablar porque llega un momento en que no hay nada que decir.
La vida diaria está llena de frases subliminares, frases que están escritas en los bajos de tus vaqueros favoritos, porque son los que no aprietan y encima te estilizan las piernas.
<<Yo quiero que me escriban una carta de amor, que no trate de amor.>> Así se sabe quien te ama, por encima de un sentimiento que parece hipócrita desde fuera, excepto si se lee, si se lee, las cosas cambian. Por eso se tiene pensado escribir todas la historias de amor, y así, que nunca sean olvidadas, ni perdonadas, ni siquiera hipócritas, sobretodo eso, que ni lo parezcan ni lo sean.
La magia es algo que no se ve, solo se siente, y tienes que querer sentirla. Alma descosida, corazón roto, ojos vendados y pájaro enjaulado, hay un cuento en el viejo Japón que dice que aunque sueltes un pájaro que ansía libertad, volverá, ¿porque quién querría irse de un lugar donde te aman sin pedirte nada a cambio, tan solo que vuelvas?. Es solo un cuento, pero es un cuento que como en la vida diaria, está acompañado de frases subliminares, o como dice la gente del lugar, acompañado de libertades imaginarias.
<<Yo quiero que me escriban una carta de amor, que no trate de amor.>> Algo como... una descripción detallada de caricias en una noche sin pasión, de lagos que permanecen inmóviles mientras el destino desaparece de tu camino, y de parques que no se congelan a -5ºC bajo cero. Quiero que esa carta hable de todos aquellos que quieren una carta como esa que aparece y desaparece, como los colibrís blancos, no se ven pero no quiere decir que no existan, en la carta es necesario un colibrí blanco, para no perder la esperanza, ni las ilusiones, ni todas las historias de amor, ni las furgonetas hippies, ni las frases más emblemáticas de la historia de la música.


caliente, arte, negro hermoso,
"Tengo mucho más aún que decir.
Si cada canción que escribí para ti, por simple que haya sido,
te quitara el aliento,
las hubiese escrito todas
."
                                                               

miércoles, 31 de octubre de 2012

1999 Halloween

+Escuchad esto, porque el texto va de esto xD

Fue el día estructurado en un renacimiento marcado por la muerte.
Esa mañana tenía la huella de las gotas con furia caer contra las aceras, queriendo llevarse consigo las huellas de los que se perdieron y no supieron volver.
Durante la noche no había parado de llover y el temporal de ayer traía el miedo de unos ciudadanos a volver a perder las mantas de la azotea, así que todos se quedaron en casa, abrigados por un simple camisón y unas alpargatas. Esa noche había llovido y justo despertó cuando paró de hacerlo, como los niños cuando terminas la nana y por arte de magia se vuelven a despertar, y a cantar otra vez, pero no volvió a llover y por tanto no volvió a dormirse.
Que sea cierto el jamás...
Me pregunto quién pensó el guión...
Debe estar bastante enfermo...
Ella no se acordaba lo que hizo en el 99, era demasiado pequeña, quizás solo contaba con casi dos años. No se acuerda, y solo se acuerda de pequeños detalles, un poco más mayor, no le gustaba sentirse así, quería recordar que es lo que fue, una niña a la que no le gustaba comer, lo irónico es que recuerda los pensamientos que más le repitieron, como el imaginarse mayor, como pensar que ¿para que comer?, ella no quería comer, y era un cuerpo raquítico, pellejo, huesos y pensamientos, de lo único que se acuerda. A lo mejor es por eso por lo que ahora disfruta tanto comiendo, porque durante muchos años no le gustaba comer.
Es Halloween, y el único monstruo que le da miedo es ella misma, hoy va disfrazarse de ella. Sin tucos y sin trato, una sombra entre niños con bolsas.
Fue el estreno de un gran director...
Ya no hay ganas de seguir el show...
Solo quiero ser espectador...

                                                                anime, osos, azul, ojos

lunes, 29 de octubre de 2012

La vida de los presos de arena es un; Adiós, amiga mía.

Eran cárceles de arena. Cárceles echas con letras de canciones jamás escuchadas en la radio, ese tipo de canciones que hace falta rebuscarlas en lo más profundo para sacarlas a la luz.
Llovía de vez en cuando, siempre era por la noche, nadie podía disfrutar de una tarde de llovía en las fuertes barreras de arena blanca. Pero cuando llovía por la noche, amanecía un día limpio y descargado, respirar se hacía más fácil y casi se agradecía estar en las sendas de arena mirando un cielo en eterna premura, como si tuviese prisa en irse y casi tenías que entrecerrar los ojos para ver los dibujos de unos ángeles que hacía mucho que no se pasaban por allí.
Para matar el tiempo de una forma razonable nos enseñaron a hacer poesía, pero era de la mala, la poesía que solo imita lo que unos hicieron épico.
Es la mala poesía mezclada con la buena, como en los mercadillos de los domingos de primero de mes, junto al puerto, ¿alguna vez has sentido como la sal y el sol hacían un conjunto perfecto aromatizando tus mañanas tempranas en los pasillos abarrotados del mercadillo?, porque si no lo has sentido es hora de que lo empieces a sentir. Ahora es demasiado tarde para unos que se han quedado sin ángeles de la guarda, de ellos solo queda unas cuantas plumas blancas, dos frases explícitas y con misterio en la celda número 2000 y cuatro libros inentendibles donde en el primer párrafo habla de un amor que no se vive, y en el segundo una muerte vivida, fingida y soñada.
Si cerrabas los ojos acariciabas. Ningún preso de arena lloró nunca lágrimas de agua salada, pero reían letras de canciones, de las mismas canciones de las que estaban echas sus jaulas de arena, nunca se dijo que no pudiésemos salir de allí, pero nos gustaba pensar que pudiese haber alguien, en algún lugar de ese gran mundo de dunas de arena y tormentas de noches, que encontrase esas letras en baúles asiáticos y que cantase sueños... sueños escritos en pueblos de arena, con océanos de amores a primera vista y de perros que tenían cosidos los corazones de esparto, gatos de hojalata y libros de arcilla.
Los barrotes de arena formaban jaulas que hacían celdas, altas celdas rozando el infinito, era el juego preferido de los presos, creer en las estrellas fugaces y en las canciones de compositores muertos.

                                                                       moda, las uñas

sábado, 27 de octubre de 2012

Cuando lo hayas encontrado, anótalo. (Charles Dickens)

Los cortes en las manos no dolieron tanto como ese viernes por la noche. Pequeñas fisuras echas con tus propias uñas arañando tu propia piel.
Pretender ser algo que no eres al final te acaba doliendo, pretender ser quien eres y aún así no sentir que no eres nada, eso, no te acaba doliendo, te duele, justo en el momento en el que acabas de pensar el porque caminas más deprisa que los demás.
"Si sigo la luz que considero más brillante, no lo creeré...". Solo se han escrito un par de lineas en su diario, no encuentra palabras, no llegan ellas y está cansada de buscarlas. Los problemas parecen menores cuando los que los provocan se mantienen lejos, pero las cosas son así, crees que lo has superado, que no te importa, hasta que te lo restriegan por las narices y entonces... el problema parece real.
-Hay gente a la que no le gusta leer.
Supuso que entonces es que aman tanto su vida que no necesitan evadirse de ella, que la necesitan siempre, porque se sienten orgullosos de ser quienes son. Les envidió, porque lo primero que hizo al llegar a casa fue tirarse en la cama y antes de empezar a llorar, alargó el brazo hasta la mesilla y leyó, y sus problemas, complejos, equivocaciones, voces, críticas, reproches, verdades, mentiras, todo, fue menos, incluso mucho más que menos, dejaron de existir, y fue una Brie, con los problemas de Brie, con la diferencia de que Brie tenía un don, un destino y oportunidades de conseguirlo todo.
Todos merecemos las oportunidades de Brie, todos queremos volver a empezar, cambiar lo que ya está echo y hacerlo de nuevo. Recuerda que no disfrutó de todo lo suficiente, que aunque lo haga ahora, no quiere decir que le devuelvan lo que ya perdió.
Y es que lo perdido no tiene vuelta atrás. Adelante ríete, ríete como se rió ella después de escribir que el mundo estaba mal repartido, ríete como se rió ella al verse tocando un piano al solo podía acariciar puesto que tocar no sabía ni quería, porque saber que la magia no existe hace que la magia desaparezca. Ella escupe a la magia, porque pidió magia y le vino disfrazada de muerte y ninguna resurrección. Adelante ríete, ríete como se ríe ella al saber y percatarse de que su espejo la engaña igual que engaña al resto del mundo.
Ese viernes noche, no lloró, se rió tanto que le dolieron las entrañas y no pudo casi respirar con normalidad. Lo mejor de todo esto es que se rió de sus propios cortes en las manos, pensó que en su reino no había nadie que le dijese lo que tenía que ser ni lo que tenía que pensar, que si ellos pensaban que mandaban por encima de ella, pensaban mal.

niño, niño y niña, cigarrillos, Dolly Parton, niña, amor
Se durmió pensando que había alguien que reía con ella.
                                                       
R.I.P
 Betty
15/02/2010 - 27/10/2012
Chinchilla. Madre. Pequeña Betty-Boop
y la más hermosa de todas.

Te he enterrado en el bosque, en una caja llena de flores. Esta mañana cuando he ido a cogerte, estabas alargada en la jaula, como dormida, estabas muy dura y fría, te he cogido y te he colocado dentro. Lo primero que pensé es que era imposible que te hubieses ido, que no podía ser, que estabas dormida que incluso podías llegar a despertarte dentro de la caja y moverte como loca porque estabas encerrada, así que mientras dábamos vueltas intentando encontrar el lugar perfecto, para tu descanso eterno miré dentro tres veces, y te acaricié tres veces, seguías dura, pero solo estabas dormida, las lágrimas corrían por mis mejillas, mientras recordaba con mucha exactitud, tus orejas más alargadas de lo normal, tu rabo negro con cuatro pelos blancos. Pero lo que más quería recordar, era tu mirada que siempre parecía que esperases algo más de mi, mucho más te lo que te daba. Pero no la vi, tenías los parpados cerrados y no vi tu mirada. 
Recuerdo como eras la independencista más independiente de todas, de vez en cuando me mirabas solo por si seguía ahí y después seguías a lo tuyo, te encantaban los palos los rumiabas con desesperación con ganas de más, siempre tus ganas de más.
Ninguno de tus hijos a heredado lo que a ti te hacia especial, y eso es bonito, porque tú eras especial. Fuiste algo inesperado, y ha sido un sarcasmo de la vida que fuese algo inesperado ese viernes 27 de Octubre al volver de clase y encontrarme con que había otras dos criaturitas donde esa mañana solo había una, y algo inesperado fue esta mañana al felicitar a Gabi y a Lucas y encontrarte conque te habías ido.
Fuiste algo inesperado como inesperado ha sido la nueva norma de esta casa:
Prohibido morirse.

Iré ha visitarte de vez en cuando, aunque he decirte que en mi mente te vi marchar, como algunas veces en esa serie de Caso Abierto, donde al final se ve como la víctima sonríe.
Incluso en la muerte fuiste la más hermosa de todas, 
mi pequeña Betty-Boop.

jueves, 25 de octubre de 2012

Los zapatos de un payaso.


                                                                        

No siempre estuvimos de acuerdo, no siempre creímos en lo imposible a la misma vez, no siempre pensamos en hacer lo que hicimos seis meses después.
Creo en el destino, porque como dice mi madre en algo hay que creer. No supe en lo que creías hasta que el chico alto de ojos azules y pelo negro no nos lo preguntó, y eso me molestó. Molestó como molesta encontrarte con que has perdido lo que tanto has estado guardando para algún momento "especial". Creo en el mundo, como también creo que la Vespa125 de la esquina estaba ahí para que yo me apoyara en ella. Es un sentimiento egoísta puesto que en creer se puede creer en todo y en nada, pero eso sí que es algo imposible, como es imposible que la chica que una vez fue mi amiga se siente justo al lado y que no pueda ni dedicarle una triste sonrisa, imposible, porque le dediqué demasiadas sin respuesta y ya no se merece ni una más.
No siempre jugamos a los mismos juegos, no siempre conocimos a la misma gente, no siempre amamos lo mismo, pero aún así seguimos sonriendo tontamente de la misma manera. Tienes una colección de fotos en tu ordenador de las dos niñas que fuimos y de las que no fuimos, las mismas sonrisas, diferente corte de pelo. Y ahora que miro hacía atrás recuerdo que me enseñaste que el menú infantil es mejor porque te dan el "juguetito", y que no pasa nada porque te mojes un poco, el caso es despertarse con una sonrisa, buena música y cuatro gallos que no callan.
Te vestiste como la reina de la noche y yo como la de las flores, nunca fuimos iguales, nunca nos gustó el mismo chico ni los mismos colores, pero lo que es seguro es que siempre fuimos la prueba de que si falta una, la otra no está entera, de que si yo río y al día siguiente no te lo digo es que te he sido infiel. Lo que es imposible es que llegue un momento en que nunca más me llames y me digas "Trae mantas" y cuelgues, imposible es que el test de Cupper no nos mate de forma cruel y sin piedad, lo que es imposible es que llegue un día en que ni tú ni yo seamos las Ladies, las que se comen el mundo de manera diferente pero juntas.

"Tengo los ojos como platos,
rojos como los zapatos de un payaso,
alguna colección de fotos
que he encontrado rebuscando en el baúl de los fracasos..."





domingo, 21 de octubre de 2012

Retrospectivas, lo lineal se hace previsible.

Propongo dos brindis. 
El primero, es el que llega antes, en el que solo puedes decir dos cosas "nunca más" o "más". El entrechoque de copas va por todas las primeras veces, algunas salen mal y no vuelves a pensar en ello como el piercing de la oreja que se infectó y lo dejaste cerrar, sin una segunda oportunidad "nunca más", como prueba solo se deja el segundo agujero, el que no se infectó, el que aguantó semanas sin doler.
Las playas de arena blanca, tan pastosa es su arena como demasiado incolora, la primera vez. Una vez, y te decides por la arena negra, la volcánica, en las que a veces te encuentras piedras que te abren heridas de las que no te enteras hasta que te miran y te dicen "sangras", y sangro. Y la sal en el momento no duele, pero la segunda, escuece, el dedo meñique del pie, molesta, el moratón de la pierna se torna negro pasando por el morado, y al día siguiente vuelves, porque la primera vez decidiste que se estaba bien.
Los ojos de los invitados miran extasiados las copas juntarse en rebelión, el que propone el brindis es que el no sonríe, o sí que lo hace, pero ¿de verdad?
El segundo, es el que llega después, que podría ser tercero, pero entonces no parecería demasiado importante. Un filósofo del que nunca me dijeron el nombre, pensó que las cosas importantes de la vida, son las más grandes y por tanto las que iban primero, pero yo pensé que el hombre no había pensado mucho para la respuesta, porque no es correcta, unos la aceptaron, ingenuos, insensatos, hombres, sin fin en la vida que el de comer, dormir, y estar. Jace Herondale dijo muy serio que los desgraciados eran los que no tenían ningún propósito, los que no tenían ni metas ni sueños, ni ganas, ni complejos que superar, me hizo pensar en las personas perfectas.
Cada cicatriz de mi cuerpo no ha sido por fuerza ni por valentía, sino por estupidez y torpeza, pero no las operaría para hacerlas desaparecer. Cada una de ellas cuenta la historia de los que quisimos algo y tuvimos que caernos unas cuantas veces hasta conseguirlo. Los no se cayeron cuando montaron por primera vez en bicicleta son aquellos que no se sienten bien subidos en ellas. Los golpes, arañazos y moretones, hacen de mis segundas veces, las más interesantes.
Caerte no es malo si sabes levantarte.
El segundo brindis, va por si acaso el primero ha salido demasiado bien.

                                                               

jueves, 18 de octubre de 2012

Con el misterio de un gato.

¿Alguna vez has oído hablar a los muertos? Pues es algo así, como... los pasos rápidos y acelerados en los pasillos del pabellón de al lado de mi casa. Las cristaleras dejan entrever una gran cancha de suelo pavimentado, de gradas vacías, algunas con algo de luz, que llega desde los focos, y otras en la más absoluta oscuridad.
Se me ocurrían millones de historias de terror entre esas sombras y esa luz artificial, los fantasmas frutos de mentes con demasiada imaginación. Los muertos no tienen voz, o eso se pensaba, y el miedo a sentir algo extraordinario era tentador.
El coche me había dejado un poco más arriba de mi casa, escondido entre edificios como si hubiésemos echo algo malo y no quisiéramos que nos vieran. Pero no había nadie en esa noche algo fría, la brisa que enfriaba las mínimas parte de mi cuerpo que aún mantenían el calor de las butacas en el cine.
Esa noche solo había aprendido dos cosas; la primera era que en la sala tres había cobertura, y la segunda, era que siempre buscaremos lo que sabemos que nunca encontraremos. La única parte que me había gustado de la película era el final, donde cinco personas buscaban a un muerto, sabían que lo estaba, pero lo llamaban a gritos, y a mi me pareció que en realidad no lo hacían para encontrarla, si no para saber que es lo que habían perdido a lo largo de 40 años en los que tres habían mentido.
Pero no siempre, como ya he dicho, se encuentra lo que se busca. Y ahí estaba yo, con un perro que tardaba el mismo tiempo en olfatear una esquina que yo en volver a reír a carcajadas. Seis chicos hablaban en las escaleras de la escuela de idiomas, dos señoras paseaban a su perro con artrosis, y un gato intentaba entrar en calor, encogiéndose y arremolinándose en su pequeño cuerpo delgado y hambriento, con un ojo tuerto y el otro entreabierto por el cansancio de un día de acá para allá, y al verlo recordé algo que dijo Poe: Mi único deseo es saber escribir con el misterio que tiene un gato.
Y por un momento también fue mi deseo. Volviendo a casa y a las críticas sin razón de mi madre, en lo único que pude pensar fue en que si los muertos me veían esperaba que nunca hiciesen que buscase desesperada lo perdido, y en que si se me iban a conceder algo me concediesen el don de escribir con el misterio de un gato. Por Poe, no por mi.

El cuerpo se introdujo de nuevo en las sombras de la farola, el halo de luz que casi lo había echo palpable que no proyectaba lo suficiente como para que la chica con el pelo revuelto y las brazos caídos estirando a un perro que luchaba por sus derechos de oler lo que le diera la gana, no se había percatado de nada, ni de su vestimenta oscura, ni de su sombrero de cuero negro, ni de sus botas de motero. Ella estaba sola con sus pensamientos y el estaba solo con sus anhelos.
Dos seres en soledad, unidos por unos hilos rojos en alguna parte del infinito.


                                                                                negro, blanco y negro, gato, lindo