Cosas de un día.

Un día pensé que de todos los problemas siempre había un culpable y que ese culpable siempre era yo. Durante mucho tiempo lo he aguantado, lo bueno de todo es que no solo yo. Recuerdo perfectamente todos las cosas por las que me has hecho enfadar, por las que me has decepcionado o dañado.
Pero no te reprocho nada, no soy de las que lo hacen, al contrario te lo agradezco. Me has hecho entender que tenias razón cuando decías " eres tonta, perdonas y olvidas cosas que no tienen perdón", pero te olvidas que si no fuera por esa tontería mía ahora mismo ni me conocerías y para mi hubiese sido mi salvación.
Pero ahora que hay cosas que terminan, ahora que hay cosas que empiezan, puedo respirar tranquila. Las despedidas nunca han sido mi fuerte, siempre he pensado que no son para siempre.
Porque dentro de un mes empezará el verano y cualquier cosa puede ocurrir, sin pensármelo dos veces sin creer en distintas posibilidades: en verano yo dejo de ser yo (aunque no se muy bien que yo dejo de ser) y me libero de todo lo que tengo encima. Me dan igual los caminos por los que he de caminar, nunca hay mañana porque mañana otro día será.
Entre pensamientos optimistas y saltos de alegría en septiembre algo tendré que contar. Pero desgraciadamente tú, nunca escucharás.
Las acequias rebosarán agua, y los delgados palos se dejarán llevar, los mosquitos te morderán y el suave aire los ahuyentará. Nuevos caminos que recorrer, nuevas cicatrices tendrán que aparecer y aun así espero con impaciencia dejarme caer y que los pensamientos melancólicos sean derrotados por el cansancio y el calor.
Nada me defrauda excepto si yo dejo que lo haga. El verano es mio y nada hará cambiar eso.

Irene.

Yo que hice huelga en la puerta del instituto, eramos cinco personas aplaudiendo a la puerta cerrada, pobre de nuestra inteligencia que no llega a más XD.