Translate

jueves, 28 de junio de 2012

Buenos días, Irene. Hoy no sientes nada.

No. No siento nada. Vacía siempre y eso no es sentir. Ya no río igual... ya no es igual... Daría cualquier cosa por llorar sin parar, para sentir algo, ¡es que es muy fuerte!, que no siento nada excepto miedo. ¿Y que pasa?¿Que el miedo se come todo lo demás o que? Porque no tengo miedo siempre y cuando no lo tengo...es que no se...
Soy egoísta por naturaleza y nunca se lo que quiero, pero me encantaría sentir algo, estar contenta no me llena porque aunque es muy bonito serlo por un momento... se acaba. Aparece y como aparece se va y es que además para que quiero estar contenta y ya soy risueña, si me paso 24 horas sonriendo. Eso no llena, porque no es verdad, me río y sonrío y no es cierto. Lo hago por simple costumbre. Yo quiero ser persona, y que me importen las cosas y sentir que soy algo, y... poder sufrir tanto que me dure más de unos 15 minutos como me duró la otra vez y quiero luchar por algo y quiero rendirme y después levantarme y quiero dejar de imaginarme cosas que solo pasan en mi cabeza y hacerlas realidad algo que me asusta porque las cosas nunca pasan como yo me imagino. Y quiero dejar de dudar. A lo mejor esto último se me pasa con el paso de los años pero por el momento dudo y eso no me gusta y quiero aconsejar a mi prima enamorada y resulta que no puedo porque no tengo ni puñetera idea de lo que se siente, en los libros te lo pintan muy diferente a como es en realidad. A lo mejor si el chico que le gusta fuera vampiro o inmortal o un hombre lobo, pues oye a lo mejor ahí si que podría ayudarla. Lo que es verdad es que, en cierto modo sí que he sido feliz de verdad, si sé lo que se debe sentir y fue algo... es que fue una estupidez pero me hizo sentir...no sé explicarlo, es difícil, porque era como si mis pulmones estuvieran llenos de algo más que de aire y que el estómago pensara que a partir de ahora no necesitaría volver a comer más, ya estaba lleno, mi perro Andy, que odia a muerte a otros perros empezó a jugar con Bruno, un cachorrillo, y era tan bonito verlos, mientras movían la cola y se mordían cariñosamente, era algo único. ¿Veis que era una tontería? Pero volvería atrás en el tiempo para volver a verlo, para ver como el tiempo se para y solo se mueven dos seres a los que no les importa otra cosa que no fuera correr alrededor de un árbol viejo, mientras sonreían, juro que los vi sonreír. Solo duró un momento, unos segundos me atrevo a decir, pero después de dos años todavía recuerdo esos segundos, y quiero volver a sentirlos porque me sentí... bien. Estábamos en un parque pero me reí a carcajadas y fue una risa diferente a todas las demás.
Me encanta vivir aventuras, y entiendo a la gente que dice que hay que sonreír más y que hay que salir de la rutina y cosas de esas. Ya me las sé, lo de sonreír no hay problema, ojalá dejara de hacerlo. Lo de salir de la rutina... Dios, eso es lo que hago siempre esa es mi rutina, hacer cosas que me sorprenden hasta a mi misma, recuerdo muy bien las palabras de mi padre " Hoy vamos a hacer algo diferente. Salgamos de la rutina, venga, ¡vamos!". Y recuerdo mis pensamientos, que yo solo quería ir al lago y abrazarlo, que no se me fuera y que me contará cosas de su niñez que como no le gustaba mucho me solía contar cosas de cuando tenía 15 o 16 años, a mi me parecía que vivió una revolución que se reveló contra el mundo para hacer lo que el quería. Yo no vivo ninguna revolución...jé no tengo nada con lo que revelarme. Me parezco a él, en realidad son clavadita a él, excepto en que él era alto y yo bajita, en el tenía el pelo negro y fuerte y yo...perdiendo el color cada año que pasa y tomando pastillas para que deje de caerse. Él tenia ideales y yo ninguno, él no fue prudente pero se lo pasaba en grande y yo... dejemoslo ahí.
Así que eso, lo que todo el mundo quiere, a mi no me hace falta, lo que el mundo anhela yo intento apartarlo, yo...lo que quiero es sentir y que alguien me demuestre que estoy equivocada respecto a mis miedos. Como hacía papá, si, lo echo de menos. Yo odio hablar por teléfono, pero...cuando lo veía no parábamos de hablar. Reencarnate anda. Y vuelve conmigo, porque te necesito. Te prometo contarte incluso lo que no me atrevo ni a contarme a mi misma, pero vuelve.

Irene.

                                                                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario