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jueves, 25 de octubre de 2012

Los zapatos de un payaso.


                                                                        

No siempre estuvimos de acuerdo, no siempre creímos en lo imposible a la misma vez, no siempre pensamos en hacer lo que hicimos seis meses después.
Creo en el destino, porque como dice mi madre en algo hay que creer. No supe en lo que creías hasta que el chico alto de ojos azules y pelo negro no nos lo preguntó, y eso me molestó. Molestó como molesta encontrarte con que has perdido lo que tanto has estado guardando para algún momento "especial". Creo en el mundo, como también creo que la Vespa125 de la esquina estaba ahí para que yo me apoyara en ella. Es un sentimiento egoísta puesto que en creer se puede creer en todo y en nada, pero eso sí que es algo imposible, como es imposible que la chica que una vez fue mi amiga se siente justo al lado y que no pueda ni dedicarle una triste sonrisa, imposible, porque le dediqué demasiadas sin respuesta y ya no se merece ni una más.
No siempre jugamos a los mismos juegos, no siempre conocimos a la misma gente, no siempre amamos lo mismo, pero aún así seguimos sonriendo tontamente de la misma manera. Tienes una colección de fotos en tu ordenador de las dos niñas que fuimos y de las que no fuimos, las mismas sonrisas, diferente corte de pelo. Y ahora que miro hacía atrás recuerdo que me enseñaste que el menú infantil es mejor porque te dan el "juguetito", y que no pasa nada porque te mojes un poco, el caso es despertarse con una sonrisa, buena música y cuatro gallos que no callan.
Te vestiste como la reina de la noche y yo como la de las flores, nunca fuimos iguales, nunca nos gustó el mismo chico ni los mismos colores, pero lo que es seguro es que siempre fuimos la prueba de que si falta una, la otra no está entera, de que si yo río y al día siguiente no te lo digo es que te he sido infiel. Lo que es imposible es que llegue un momento en que nunca más me llames y me digas "Trae mantas" y cuelgues, imposible es que el test de Cupper no nos mate de forma cruel y sin piedad, lo que es imposible es que llegue un día en que ni tú ni yo seamos las Ladies, las que se comen el mundo de manera diferente pero juntas.

"Tengo los ojos como platos,
rojos como los zapatos de un payaso,
alguna colección de fotos
que he encontrado rebuscando en el baúl de los fracasos..."





3 comentarios:

  1. Buen relato ¿basado en la vida real o ficción? Aún así mola :)
    Siento hacerme publicidad por aquí, pero acabo de volver a blogger y abrirlo y me gustaría que os pasaseis y me dieseis vuestra opinión, si no es molestia. http://jacobynessie-anochecer.blogspot.com.es/

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    1. Realidad, realidad jajaja, no pasa nada, te lo agradezco incluso. Ahora mismo me paso :)

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  2. "Si falta una, la otra no está entera" Preciosa. :)

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